MI VERDAD, TU VERDAD...

Hay verdades universales, incuestionables, de conocimiento común y general, como que uno más uno es dos y que el cielo es azul. Hay verdades que son como huellas digitales, tan propias, tan personales, pero verdades. Es esa verdad, la propia, la que nuestro interior cree la que nos hará libres o nos condenará. Por eso es tan importante esa búsqueda individual de la verdad. La verdad de nosotros mismos y de nuestras circunstancias. La verdad de nuestros actos, de lo que somos. El conocimiento de saber porque damos por sentado que algo es verdad o no, ¿porque nos conviene creer que es verdad, o porque es una verdad que se sustenta por si sola?. En fin, procuremos aquellas verdades que nos hagan libres.