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domingo, abril 26, 2009


A veces transitamos rutas que conducen al “Valle de la Ausencia”, donde la ausencia de lo más anhelado hace que todo lo demás parezca ausente; solo que a veces nos damos cuenta cuando ya la presencia de la ausencia se vuelve “tierra que pisamos”.


Arlene G. Acevedo
abril 2009

Estados Unidos hiso con Puerto Rico lo que hace el vendedor de droga con un potencial drogadicto; las primeras veces le regala la droga de “mejor calidad”, para así crearle la dependencia a la misma; tanto en su sistema físico como en su sistema sicológico. Ahora somos dependientes de Estados Unidos, tanto nuestro gobierno como nuestra sociedad. Ya una vez creada la dependencia a aquello que nos hace esclavos, hay que pagar para obtenerlo y esta vez a un precio muy alto; nuestra dignidad, nuestro orgullo, nuestra identidad, nuestra libertad.
Permitir que E.U nos ayude, servirles de ayuda no va contra la dignidad, pero convertirnos en sus “marionetas” a cambio de su ayuda, si va contra la dignidad.


Arlene G. Acevedo

26 abril 2009

12:43 pm

viernes, abril 24, 2009

!ORANDO, ORANDO PERO CON EL MAZO DANDO!

Hoy, mientras regresaba de dejar a mi hijo en el colegio, pensaba en una decisión que tenía que tomar. Me preguntaba a mi misma que hacer. De pronto me sorprendí diciéndole a Dios, “Señor dejaré que seas tú quien actúes”, e inmediatamente vino a mi pensamiento, o a mi corazón (no podría explicar) que Dios nos dio la capacidad de pensar, de razonar, que nos dio una conciencia, que nos dio unos conocimientos (básicos, como mínimo) para saber lo que está bien y lo que está mal. Todo eso nos fue dado para que podamos vivir nuestra vida, para que podamos tomar decisiones y ejecutar acciones.

Es necesario pedir su dirección en todo, pedirle sabiduría, entendimiento, que nos abra los ojos espirituales para que podamos ver todas aquellas cosas importantes que escapan a nuestra vista; pero él no desea que nos sentemos a esperar que sea él quien nos resuelva las cosas.

Hay gente que no mueve un dedo en la vida a menos que Dios les envíe una señal de que hacer. Esperan que venga algún “profeta” a decirles “Dios me dijo que te dijera”, o peor aun, solo se sientan a esperar que las cosas se resuelvan solas. Es tanto el miedo a tomar decisiones, que se les escapan las mejores oportunidades mientras ellos esperan que la señal baje del cielo.

Para algo Dios nos dio raciocinio y sentido común. Pienso que a Dios le gustan más las personas valientes, que buscan soluciones y se enfrentan a la vida, aun con la posibilidad de equivocarnos (de todas formas, nuestro conocimiento y nuestra vida se nutre, en parte, de los errores cometidos). Tendríamos más respuesta por parte de él si nos ve luchando y dando la batalla, que esperando dentro de una trinchera que cese el fuego, que el enemigo se valla, o que venga “superman” a rescatarnos.

No tengas temor de tomar decisiones, tienes las capacidades y herramientas para hacerlo. Pide la dirección de Dios pero acciona, “mueve el trasero” para que las cosas funcionen y para que la circulación corra.

Arlene G. Acevedo
viernes 24 de abril de 2009
5:39 pm

lunes, abril 20, 2009


Un hombre te puede hacer sentir la felicidad más grande del mundo, así como la tristeza más profunda, es por eso que nuestra felicidad y seguridad emocional jamás debe depender de lo que ellos le puedan ofrecer a nuestro interior. A principio te dan la hogaza completa, ya luego de un tiempo, solo te dan migajas. En cambio, tu tienes el privilegio de hornear tu propia hogaza todos los días, porque tienes todos los ingredientes en la alacena de tu interior para preparar la mejor. ¿Entonces, para que conformarnos con migajas ajenas?
No digo que no hacen falta, ni que los lleguemos a extranar, hacen mucha falta, pero si solo van a estar cuando sean ellos los que necesiten de ti y no cuando tu necesites de ellos pues ya eso es una desventaja y tenemos el absoluto derecho de decir no; y esperar confiadas en que Dios, en su infinita misericordia y en la grandeza de su amor, nos dará justamente lo que anhela nuestro corazón, un companero tal y como lo deseamos.
Arlene G. Acevedo
abril 2009

sábado, abril 18, 2009


Pensaba que al llegar a los 40, me iba a doler algo, o deprimirme, o correr a la farmacia desesperada a comprarme, compulsivamente, cuanto frasco de crema anti arruga encontrara disponible. Pero que va, es una sensación de plenitud que no esperaba sentir.


Los 40 son el inicio de una vida sustentada por las enseñanzas de los errores pasados, por la madurez presente y por la seguridad de saber exactamente quienes somos, lo que se quiere y hacia donde nos dirigimos. Y lo más importante, se disfruta al máximo la maravillosa condición de ser mujer, de estar más viva que nunca antes. Se disfrutan más las cosas simples de la vida y aprendemos a darle valor a las cosas que si lo merecen, como lo son la familia, los amigos, nuestro crecimiento intelectual y espiritual.


Claro está, esto es así si has enfrentado la vida con valentía, reconociendo tus errores, aprendiendo de ellos y teniendo la fuerza de voluntad y coraje de enfrentar, asumir las consecuencias y superarlas.


A los 40 hay dos opciones, o dejas que la depresión de la superficialidad y la “vanalidad” te susurren al oído que te estás poniendo vieja, que te vas a arrugar como una pasa de esas baratas que venden en “Walgreens” y nadie compra por lo duras y desabridas que son, además de que hay que leer primero las instrucciones para poder abrir el empaque. Que perderás tu “sex appeal” y pasarás de ser una mujer interesante y bonita a simplemente ser una mujer más, de las del montón, de esas que solo sirven en caso de una emergencia, como la llanta que llevas en el cajón de tu vehículo por si te falla una de las buenas, pero que solo la puedes usar por un lapso de tiempo corto, porque su durabilidad es poca.


Que se te resecarán tus paredes vaginales y odiarás el sexo al punto de sentir nauseas de solo escuchar la palabra, o que al contrario, por el miedo a que se te reseque más pronto de lo pensado, correrás desesperada a utilizar donde sea y con quien sea, la poca lubricación que te queda, jajajajajaja, porque de que las hay las hay. Hay viejos verdes, pero existen más mujeres verdes que hombre verdes. Y que ya debes ir pensando en el estilo de butaca y chinelas estilo conejo que vas a comprar; ha, de viaje puedes ir pensando en el nombre que llevarán tus biznietos.


Si para colmo a tus 40 estás sola, sin ese “recurso vital que necesita toda mujer para sentirse plena y completa” o sea un buen semental, macho, masculino, hombruno, digamos, ‘Hombre Vernaculo” ( si Pepe), pues pensarás que debes agarrar el primero con cara de tonto que te muestre una sonrisa, porque ya sabes, depreciamos y no podemos exigir mucho, jajajajajajja, con uno como Epifanio, “El viejo Dañado” resolvemos. Al fin, lo que importa es tener un tonto con suficiente tolerancia para escuchar nuestras cantaletas diarias de episodios de hipocondría y nuestros calores repentinos. ¡Uff!, lo peor, esos malditos calores peores que los del Desierto del Sahara. De viaje ve comprando un abaniquito de mano, de esos que utilizaba Felisa Rincón, en momentos de extrema calor sirven para cualquier partecita del cuerpo.

¡OOOOOO!, puedes disfrutar más que nunca ser mujer, mirarte al espejo y ver la hermosura de una mujer llena de vida, llena de experiencias, de vivencias, con cicatrices en su alma que la han hecho más fuerte, más valiente, y por eso son cicatrices hermosas. Que quizás tiene unos moretones en algunos lados del corazón que la han hecho ser mas sensible, más espiritual.
Disfrutar y aprovechar el sentido de dirección claro y definido, con la seguridad suficiente para saber cuando decir no, y cuando decir si. Con el derecho absoluto que nos ha dado la experiencia de saber elegir y escoger solo aquello que nos sea de beneficio y desechar sin duda alguna todo aquello que nos lastima o nos ha lastimado por años ( y no piensen que me refiero a sus maridos, seria INCAPAZ de eso). Y lo mejor de todo, con un deseo profundo de disfrutar todo lo que nos rodea con todos nuestros sentidos más despiertos que antes.


A las cuarentonas, ¡DISFRUTENLO!, ahora es que comienza la verdadera vida. Las que aun están solas, dense el “quille” de tener el absoluto derecho de escoger lo mejor y exigir lo mejor, nada de sobras o migajitas como antes. Siéntanse más bellas que nunca, disfruten el sexo responsable con la maravillosa ventaja que da el conocer cada parte de nuestro cuerpo y lo que nos causa placer, ya no estamos para complacer, estamos para ser complacidas. Y sobre todo, no dejes de comenzar ni un solo de tus días, de ahora en adelante, sin agradecer a Dios el privilegio de ser mujer.
Autora
Arlene G. Acevedo
A mis recien cumplidos 40 "years"

viernes, abril 17, 2009


A veces no conoces la expresión máxima del egoísmo hasta que te encuentras con el egoísmo personificado en el ser que amas.
Arlene G. Acevedo

miércoles, abril 08, 2009

Caminar con la Frente en Alto


Todos los seres humanos hemos cometido errores a lo largo de nuestra vida. Algunos aprenden muy rápidamente de sus errores y rectifican y se corrigen de inmediato a raíz de las consecuencias de sus errores. Otros tardamos más en crear conciencia, y caemos una y otra vez en el mismo error, llevándonos esto, muchas veces, a situaciones desesperantes. Aun así, todos tenemos el derecho de rectificar, a todos la vida y Dios nos envía constantemente señales para que tomemos el camino correcto.
No importa cuantos errores hayamos cometido, ni cuantos años hayamos estado en la inconsciencia, desde el mismo momento que recapacitamos y nuestros ojos y conciencia se abren a la verdad, a la realidad de las cosas, en ese mismo momento que nos damos cuenta de nuestro error y pedimos perdón, nos perdonamos y tomamos la decisión de corregirlo, ya ahí comienza el cambio y la historia comienza a escribirse de otra forma.
No es justo ni necesario que una vez consientes de la verdad tengamos que arrastrar las consecuencias de esos errores por toda la vida. Tenemos el derecho de vivir a plenitud, con la frente en alto. Mucho menos debemos permitir que se nos juzgue por lo que hicimos en el pasado, ni que nos señalen, porque nadie tiene ese derecho, porque nadie en este mundo ha estado libre de pecado, nadie podría lanzar la primera piedra contra nosotros; y los que lo hacen es porque están en un grado de conciencia muy inferior al nuestro.
Solo Dios y nosotros mismos tenemos el derecho de juzgarnos y como Él nos perdona, de igual forma debemos perdonarnos. Nunca, mientras estemos en esta vida terrenal, dejaremos de cometer errores, nuestra condición humana siempre nos llevará a cometer alguno; pero lo importante es que tengamos la capacidad de reconocerlo y rectificarlo, y ese derecho lo tendremos siempre.
No importa cuan grande hayan sido tus errores, no importa cuantas veces hayas fallado, si lo reconoces y tu intención es trabajar día a día para tratar de ser una mejor persona, vive con la frente en alto, lucha y pelea por aquellas cosas que creas justas, lucha por tus ideales y tus sueños y el pasado guárdalo en un archivo como referencia, como experiencia de vida y nada más, solo para eso sirven los errores pasados. Lo que eres ahora es lo que importa, lo que hagas de aquí en adelante es lo que cuenta y lo que vale. La autoestima no se sustenta con el pasado, sino con el presente, y las acciones que tomes hoy pueden determinar tu futuro.
Arlene G. Acevedo Molina
7 de abril 2009