Fue un poeta ingles, considerado como el primer poeta metafísico y uno de los mejores poetas de la historia. La paradójica unión del espíritu y la materia era su tema principal.
Citas:
Tú eres lo que tu deseo más profundo es. Como es tu deseo, es tu intención. como es tu intención, es tu voluntad. Como es tu voluntad, son tus actos. Como son tus actos, es tu destino
Hacia tiempo que no me sentaba a escribir nada mas allá de uno o que otro pensamiento en el famoso Facebook, la red social más importante en internet que es como una telaraña, una ves caes en ella difícil de salir. Pensándolo bien, esa página se ha convertido en un psicoterapeuta; las personas descargamos en ellas sentimientos, pensamientos y algunas cosas más. Para otros es como un club social donde hacen gala de su gran plumaje lleno de colorido, donde le hacen cree a todo el mundo que los lee, que tienen una familia y una vida perfecta, y nosotros nos comemos el cuento porque no podemos ver mas allá de sus letras y ellos no nos cuentan de sus “esqueletos en el closet”. Yo tampoco lo haría, ¿a quien le importa?. Buenoooooooooo… importa más que las plumas coloridas porque la gente es morbosa y le gusta más el chisme malo que el chisme bueno. Otros parece que no tienen claro el hecho de que muchas personas los leen y avientan una de cosas increíbles, si a algunos lo único que les falta es decir cuando tengan deseos de aventarse un peo. No es una critica, creo que es parte de esa necesidad que sentimos todos de expresarnos abiertamente, cosa que no siempre hacemos en nuestro entorno existencial por diferentes razones que no vienen al caso en este momento. Pero yo soy de las que pienso que si vas a escribir algo que tenga algún sentido, aunque si a algunas personas les hace bien el publicar que se tiraron el peo, pues bien ya ese es un sentido.
Lo cierto es que hacia tiempo no me sentaba a escribir con profundidad y a desembocar este mar de pensamientos y sentimientos que llevo dentro. Si hasta creo que por eso es este dolor en el pecho constante, día y noche. Es una sensación de estreñimiento en el alma, una pesadez en el pecho; es que hace mucho no descargo tantas cosas. De pronto el dolor me hiso olvidar todo lo que antes me llenaba y me satisfacía, entre ellas, la escritura abierta, sencilla, transparente, según me salga de los… dedos, con o sin sentido, con o sin lógica. Así que retomaré algo tan preciado para mí, como lo es escribir, desbordando un poco de lo que tengo atragantado desde hace algún tiempo entre mis dedos y mi garganta. A ver si así deja de doler tanto el pecho y la panza.
Ha comenzado el 2011, a penas hoy estamos a 11 de enero de 2011. Mi vida no ha sido un paseo por la plaza, mas bien ha sido un paseo por alguna región selvática…! ya sé, ya sé!, sé de memoria ese trillado dicho de que uno cosecha lo que ha sembrado. Debe de ser entonces que desde niña he tenido complejo de Jane buscando, a su Tarzan, a su Chita y su cabaña, porque hay que ver como me he complicado la vida. Esto de vivir es un peo tremendo para mí. Según van pasando los años es más el miedo que siento a vivir, cada ves me voy metiendo más y más dentro de mi cascaron, el cual yo creía que me protegía del mundo exterior pero también resultó ser pura mierda porque hay que ver la de chichones y cortaduras que tengo en mi alma. Esto no es una queja, mucho menos un canto de derrota, porque aun así peleo y lucho aunque no sepa con quien o contra quien. Pues si me van a hacer trizas que por lo menos digan que me defendí.
Sigo en pie y adelante, a pesar de que hay tantas cosas de esta vida que no entiendo, es una sensación extraña; quizás este sentimiento sea algo así como el que deben de sentir aquellas personas que han sido acusadas a cadena perpetua por algún crimen que ellos no cometieron pero que un grupo de pendejos “están convencidos”, por algún desfile de” pruebas razonables”, a razón solo de algunos, de que es culpable. Pero el condenado sabe que no lo es, no es culpable de eso que se le acusa, pero no pude hacer nada, por más que grite la verdad, no es escuchado. Ya algunos decidieron su vida por él. Debe de ser desesperante estar en una situación así, y es casi, casi como me siento yo. ¿Por que esta analogía?, sencillo!, ¿alguien me preguntó si quería ingresar al Planeta Tierra?, !noooooo! alguien decidió por mi algo tan importante como eso y lo peor es que no puedo hacer nada y para colmo vengo con el sello puesto de culpable y pecadora. Bueno, esto en realidad es más profundo de lo que aparenta, tendría que analizar mi planteamiento a la luz de las diferentes versiones de cómo y porqué estamos aquí en este planeta jodido y a punto de reventar como un petardo de fiesta patronal.
En adición a que no se me preguntó si quería venir o no, me “sumban” a esta vida con el sello puesto de entrada, ”pecadora”, esto según una de las postulaciones religiosas que mas impacto ha causado en las mentes de casi todos los mortales desde tiempos innombrables. Innombrables para mi, porque no sé en que momento comenzó la vaina esta de hacernos sentir mal por algo que no hicimos.
Según algunas religiones, entre ellas protestantes y católica, han enseñado a sus seguidores y a todo aquel que haya asomado las narices por sus enseñanzas que todos somos pecadores. Todos nacimos con el peso de “nuestrosssss” pecados sobre nuestras cabezas; y enfatizo en la “s” porque al parecer son muchos los pecados que cometimos; si quizás es por eso que cuando nacemos lo primero que hacemos es abrir la boca a llorar, y al que no llora se le mete una nalgada por el trasero para que lo haga, es como un rito de iniciación a esta jodida vida. Es importantísimo llorar en ese momento tan importante para todos, es la evidencia de que desde ya sabes lo que se te va a venir encima, claro, inconscientemente, porque ¿que sabe un niño de pecados? “Nuestros pecados”, ¿en realidad son nuestros?”, ¿no estaremos pagando los platos rotos de algún pendejo dios del Olimpo?
Bueno, la cosa es que venimos al mundo llenos de pecados, y así como en las películas de ciencia ficción y fantasía esta vaina también tiene su trama interesante, porque resulta que para librarnos de todos estos pecados que desconocemos pero que alguien mas importante que nosotros dijo que si los hicimos, y para poder encontrar la salvación y la vida eterna, lo cual es el objetivo principal de todo mortal, y la trama principal de la película, debemos vivir la vida de acuerdo a unos parámetros inventados por otra(s) persona(s) mas importante e inteligente que nosotros, que debió de ser un santo de alta jerarquía o un santo hijo de puta ya que lo que nos pide para llegar a la salvación es cosa de inmortales y seres perfectos. Todos aquellos mortales que logren esta gran Azaña se ganan como gran premio la salvación eterna en el paraíso prometido, donde les esperan momentos felices dándole de comer a los leones y también a los lechones de la mano. Aunque no sé si en el paraíso se celebren las navidades así que obviemos los lechones. Pero ojo, la historia no termina aun, a los que decidieron seguir siendo pecadores reincidentes, porque se le suman a tu cuenta de pecados ya preconcebidos los que si has concebido en toda tu conciencia plena y absoluta del bien y el mal, a estos les espera el lago de fuego y azufre por toda la eternidad. Donde jamás te convertirás en carbón (y dije CARBON, porque de los otros hay miles por ahí sin necesidad del lago de fuego), porque el fuego te quema pero no te consume. Si te conviertes en carbón llegara el momento que ya no te dolerá y la idea es que te duela en lo mas profundo de tu ser. Para mi esto es sumamente estresante y morboso, de hecho, a lo largo de mi crecimiento lo fue; es luchar con tu propia naturaleza, es sentirse mal y pecador por cosas que no se pueden controlar de momento porque no teníamos, en ese momento la capacidad o herramientas para hacerlo. No puedes parar a un niño en frente de una pila de dulces, decirle “no los toques, mucho menos los comas” porque el niño aun no ha desarrollado esas destrezas de auto control y fuerza de voluntad para pensar y decir “ëste guevon(a) puso toda esta pila de dulces a ver si yo caía en su trampa, pero se va a joder, no los comeré”. Así es el ser humano, nacemos y somos recipientes vacios de conocimiento y nos vamos llenando según vamos creciendo, madurando. No me puedes poner la vida de frente y decir no hagas esto o aquello así no mas, a capela, necesito desarrollar destrezas, habilidades, necesito fortalecer la fuerza de voluntad y no se me debe condenar por fallar porque esas fallas son las que me harán crecer y madurar para poder tan solo acercarme a un milímetro de lo que esperan esas ideologías de mi, “la perfección”. En mi caso me importa un comino lo que esperan esas ideologías de mí, es más importante lo que espero yo de mi misma.
Conste que creo en Dios, no soy una malvada bruja que solo cree en la luna y el sol. Sé que la luna y el sol fueron creados por algo sublime, superior, por una fuerza inimaginable para algunos de nosotros porque su grandeza no cabria en nuestras mentes limitadas. Creo en un Dios lleno de amor y compasión el cual es el único que me podrá contestar estas interrogantes de porque estamos aquí y para que. Nosotros solo podemos especular y dejarnos guiar por nuestra brújula interna. Creo que el la puso ahí con esa intención, que cada cual pudiera encontrar su “own way” y retornar a nuestra inocencia esa que teníamos cuando solo éramos luz. Y no creo en ese Dios al que nombro porque me lo hallan enseñado en alguna parte, o porque alguien me halla hablado de él, creo en él porque él se presentó a si mismo en mi interior. De alguna forma que no puedo explicar, porque aunque creo que todo tiene su porque, no siempre se nos es manifiesto al momento, de alguna forma, supe en mi interior que él está ahí y que yo soy parte de él, así como lo es la naturaleza que me rodea. Yo he elegido creer, no he necesitado una pila de guevones diciéndome cosas y conceptos preconcebidos. Creo en el por que sé que de él provienen mis fuerzas cada vez que toco fondo y me toca volver a salir a flote, o cada ves que la vida me es ilógica y sin sentido y pierdo toda esperanza de vida, el me hace entender que aunque en el momento no entienda el porque y para que, debo de continuar viviendo. Eso lo siento en mi interior así de la misma forma que siento este dolor inmenso, ni a mi dolor ni a mi Dios los he podido ver con estos ojos mortales, pero los siento en lo mas profundo de mi alma y mi ser y para mi eso es mas que suficiente para creer. Ese dios entiende que a veces puedo estar molesta con el porque no entiendo algunas cosas, así como nuestros pequeños nos forman perretas y se molestan con nosotros cuando los tratamos de ensenar, en el momento no entienden, pero ya entenderán y sabrán que lo hicimos por amor. Ese Dios entiende que a veces me abandonen las ganas de vivir o de luchar. El ya ha perdonado cada uno de mis “malos pasos” y el no me acusa ni me condena por pecados ajenos, de los cuales yo no tengo razón ni idea. ¿Qué culpa tengo yo que Adán se comió la manzana? si ni siquiera estaba yo por el panorama.
En realidad no sé cual sea la verdad sobre el ser humano, ¿de dónde vinimos?, ¿con que propósito? No entiendo por que tanto sufrimiento, por que muere gente inocente, por que murió mi hijo, por que hay tantas personas que no tienen nada de comer mientras hay otras tantas que despilfarran el dinero en cosas vánales y triviales como hacerme una cirugía plástica para tener unos senos más grandes. No entiendo por que el ser humano es tan autodestructivo, por que peleamos guerras sin sentido. No entiendo y me asusta ver como lastimamos la tierra sin misericordia alguna ignorando que está tan viva como nosotros y que si la lastimamos a ella nos lastimamos a nosotros mismos porque somos parte de ella.
En realidad no entiendo muchas cosas de las que veo a mí alrededor y a decir verdad, a veces, muchas veces, vivo con un miedo terrible. He tenido momentos muy tristes, muchos de ellos ocasionados por mi misma, he lastimado, me han lastimado, he fallado en muchas cosas. En este punto, que muchas veces me he sentido perdida y a la deriva, donde no tengo otra verdad confiable y comprobada más allá de mi misma, entonces no me queda más que creer y confiar en lo que llevo dentro, en mi interior. No me queda más que creer en aquellas cosas que sí me hacen sentido y se acomodan a mi interior sin ocasionarme traumas existenciales, sin castigarme por cosas que no he hecho. No puedo ver más allá de lo que se me permite ver con mis ojos y con mi corazón, entonces he de fijarme en esas que si puedo alcanzar. Y antes de confiar en el criterio y en el interior de otros prefiero creer en el mío propio, porque no se cual es la agenda de los demás, mas si conozco la mía, llegar algún día a entender el porqué y para qué estoy aquí y cumplir a ese propósito.
Tomado de:
http://auroradiaz.typepad.com/mi_caja_de_luz/cerrando_puertas/#tp
Cerrando Puertas de Pablo Cohelo
Siempre es preciso saber cuando se acaba una etapa de la vida.Si insistes en permanecer en ella, mas allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.O cerrando puertas. O cerrando capítulos. Como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminas con tu trabajo? ¿Se acaba la relación? Ya no vive más en esa casa? ¿Debes irte de viaje? ¿La amistad se acaba? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente revolcándote en los "porques"; en devolver el cassette y tratar de entender por que sucedió tal o cual hecho.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, tu, yo, tu amigo, tus hijos, todos y todas, estamos abocados a ir cerrando capítulos. A pasar la hoja. Al terminar con etapas o con momentos de la viday seguir para adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió.
Y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
No. Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso a veces es tan importante romper fotos,quemar cartas, destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa. Papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse.
En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir solo lo que tenemos en el presente. El pasado ya paso. No esperes que te devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quien eres.
Suelta. El resentimiento, el prender su televisor personal para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si andas por la vida dejando puertas abiertas, por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.
Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de regresar... ¿a que?,
necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. Así puedes enfrentarlos ya y ahora, házlo! Si no, déjalo ir, cierra capítulos. Díte a tí mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni por soberbia sino porque tu ya no encajas allá,e n ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio,en ese oficio, tu ya no eres el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver.
Cierra la puerta, pasa la hoja, cierra el circulo. Ni tu serás el mismo ni el entorno al que regreses será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo desprender lo que ya no está en tu vida.
Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque cuando tu vinistes a este mundo llegaste sin ese adhesivo, por lo tanto es costumbre vivir pegado a el y es un trabajo personal aprender a vivir sin el, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, te repito, nada ni nadie nos es indispensable. Solo es costumbre, apego, necesidad. Pero... cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacude, suelta...Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará¡ definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
Autor: Paulo Coelho